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Foto del escritorLaura Rodríguez

Irán ataca directamente a Israel

En la noche del 13 al 14 de abril de 2024, Irán atacó directamente a Israel con drones y misiles. Este es el primer ataque directo desde suelo iraní a Israel.



Irán lanzó a última hora del sábado una oleada de ataques injustificados y sin precedentes con aviones no tripulados y misiles contra Israel. Este fue el primer ataque directo desde suelo iraní contra Israel en medio de décadas de tensiones, y puso en vilo a la región.


Este ataque ha involucrado a 170 drones suicidas, 30 misiles crucero y 120 misiles balísticos. Un ataque radiografiado y que, por el momento, no ha costado ninguna vida israelí. No obstante, ha trascendido que la base aérea israelí de Nevatim, en el sur del país. EE.UU., Reino Unido y en menor medida, Francia participaron en la defensa israelí mediante la intercepción de algunos proyectiles.


A su vez, un factor que llamó la atención, fue la intervención de algunos países árabes en apoyo a Israel. Cabría mencionar que, Jordania abrió su espacio aéreo a aviones israelíes y estadounidenses, y al parecer también derribó drones iraníes que violaron su propio espacio aéreo. Los estados del Golfo, incluyendo a Arabia Saudí, podrían haber desempeñado también un papel indirecto. En este artículo se responderá a la pregunta de por qué ahora el ataque y cuáles podrían ser sus consecuencias.


Los dos países fueron aliados hasta la revolución islámica de 1979 en Irán, que trajo un régimen que ha utilizado la oposición a Israel como parte clave de su ideología. Teherán no reconoce el derecho de Israel a existir y busca su erradicación. Israel cree que Irán plantea una amenaza existencial al estado hebreo.


En consecuencia, Israel e Irán han estado involucrados en una guerra subsidiaria en terceros países, atacando los activos de cada uno por tierra, mar, aire y en el ciberespacio. Irán con el paso del tiempo ha creado una red de aliados y fuerzas proxies en Medio Oriente.


El pasado 7 de octubre de 2023, el ejército y la inteligencia israelí sufrió un golpe a manos de un enemigo mucho menos equipado cuando Hamás, organización palestina y apoyada por Irán y designada terrorista por EE.UU., la UE, Reino Unido, entre otros actores; irrumpió en Israel desde Gaza el 7 de octubre. Esto supuso un duro golpe para la imagen de Israel como potencia militar regional y echó por tierra cualquier sensación de invencibilidad.


Los ataques entre ambas potencias han aumentado durante la actual guerra en Gaza. Israel ha intensificado sus ataques, como respuesta a los ataques transfronterizos con cohetes, morteros y drones contra el norte del país por parte de combatientes de Hezbolá, operativo en Líbano y Siria y respaldado por Irán.


También, Israel llevó a cabo ataques en el Líbano que eliminaron a otros miembros de las Fuerzas Armadas y de la inteligencia iraní. También, varios altos comandantes de la Guardia Revolucionaria iraní han muerto en ataques aéreos en Siria en los últimos meses.


El pasado 1 de abril, al menos 7 personas murieron en un ataque atribuido a Israel contra el consulado de Irán en Damasco. Este ataque acabó con la vida de varios comandantes de la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC por sus siglas en inglés). Cabría destacar a Mohamed Reza Zahedi, responsable de la coordinación de las operaciones con Hezbolá (una organización político-militar libanesa considerada terrorista por la Unión Europea, EE.UU. y otros estados). Este ataque fue un duro golpe para el régimen de los Ayatolás y en el mundo diplomático se considera territorio iraní.


Irán advirtió de que este ataque al consulado no quedaría impune y amenazaron con atacar a Israel. En consecuencia, Israel confirmó que estaba completamente preparado para un ataque entrante.


A la par, funcionarios israelíes y estadounidenses de varias agencias han estado en contacto durante los últimos días para prepararse para un posible ataque iraní. EE.UU. advirtió que defendería a Israel interceptando misiles y drones, pero sin decir que atacaría a Irán.


La amenaza iraní finalmente se cumpliría. En un ataque sin precedentes, en un ataque directo, en la noche del sábado 13 al domingo 14 de abril de 2024, Irán lanzó desde su propio territorio más de 300 de misiles y aviones no tripulados hacia Israel el sábado por la noche. este ataque tuvo “cuatro frentes”. Desde Irán, Líbano, Irak y Yemen; estos tres últimos por parte de milicias respaldados por Irán.


Pese que el 99% de los proyectiles fueron interceptados, algunos de los proyectiles cayeron dentro del territorio israelí y uno dañó una base militar en el sur del país. Este impacto se debió a dos aspectos.


En la parte interna, fue la resistencia y eficiencia de las avanzadas defensas aéreas multicapa de Israel, que incluyen el sistema antibalístico, Arrow y el sistema israelí, conocido como la "Cúpula de Hierro".


En la parte externa,la extraordinaria y estrecha cooperación entre Israel y sus aliados occidentales: Estados Unidos. Gran Bretaña y Francia.  


Washington usó sus barcos y aviones para derribar decenas de vectores iraníes contra Israel. Asimismo, otros estados de la región, como Jordania abrió su espacio aéreo a aviones israelíes y estadounidenses, y también derribó drones iraníes que violaron su propio espacio aéreo antes de alcanzar suelo israelí. Los estados del Golfo, incluyendo a Arabia Saudí, podrían haber desempeñado también un papel indirecto.


A las 07:30 hora local, Israel reabrió su espacio aéreo, que había cerrado antes de la salva iraní. Sin embargo, mantuvo las órdenes de cierre de escuelas y de limitación de grandes concentraciones. Horas después, Jordania también reabrió su espacio aéreo.


Con el ataque, Irán pudo exhibir su feroz potencia de fuego, infundir miedo en algunos israelíes y perturbar la vida de muchos con la cancelación de clases. Sin embargo, dado que los daños causados en Israel fueron escasos, Irán espera que la respuesta israelí sea moderada y su operación había concluido.


Este ataque iraní podría ayudar a Hamás en dos frentes. El primero de ellos, una mayor implicación iraní en la guerra en Gaza y esperar que la violencia en Cisjordania, entre colonos y la población palestina, siga aumentando. Por otra parte, atrincherarse en las actuales negociaciones sobre un alto el fuego, con la esperanza de que el aumento de la presión militar sobre Israel pueda llevarle a aceptar las condiciones más duras.


Este ataque iraní pese que el daño real parece ser limitado, la respuesta extraordinaria fue lo suficientemente feroz como para provocar una alarma internacional generalizada. Los iraníes enojados porque Israel asesina a sus conciudadanos en lo que legalmente se entiende como territorio iraní soberano pueden estar satisfechos.


Por parte de Israel, los ataques iraníes se han producido “en un contexto de menguante simpatía global hacia Israel y creciente tensión en la relación entre Biden y Netanyahu”, dijo Carmiel Arbit, analista del Atlantic Council. A su vez, las relaciones entre Israel con algunos estados europeos y, sobre todo, con EE.UU. son tensas.


Dentro de Israel, la presión interna para un cambio de primer ministro y un cambio en las estrategias de guerra y posguerra de Israel está aumentando rápidamente. Las encuestas de opinión sugieren que el público ya no confía en Netanyahu y quiere que se vaya.


No obstante, esto sería una oportunidad para Israel, sobre todo, para Netanyahu. La guerra en Gaza podría pasar a otro plano y Netanyahu podría esperar que la presión para poner fin a la guerra y aliviar el sufrimiento palestino haya pasado decisivamente a un segundo plano. Asimismo, este ataque podría reunificar a los israelíes ante el peligro, lo que le ayudará a mantenerse en el poder.


El ataque de represalia de Irán contra Israel coloca a Jordania en una posición peligrosa, que podría desestabilizar el país. Jordania, con su frágil economía, su gran población de refugiados palestinos y de aquellos convertidos en ciudadanos jordanos, y su precaria ubicación geográfica, tiene mucho en juego. Amán debe lidiar con un descontento abrumador entre su población por la paz fría de décadas con Israel.


La posibilidad de un ataque inminente de Irán contra Israel ha elevado la tensión en los mercados: en las últimas horas se han producido subidas sensibles del precio del petróleo, el oro. El precio del crudo ha aumentado un 20% en lo que va de año. El Brent, el crudo de referencia en Europa, ha rozado los 92,2 dólares por barril en torno mediodía.


Tras este ataque, se pueden dar dos escenarios: más optimista y menos. En el mejor de los casos, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responderá y tomará medidas para atacar objetivos iraníes fuera de Irán y contra milicias pro-iraníes. El escenario más pesimista es una respuesta contundente contra Teherán.


Este segundo escenario podría involucrar directamente o indirectamente a otros países y actores regionales y no regionales. EE.UU. apoyaría a Israel. También, otros estados ayudarían discretamente a Israel, en una escalada que podría conducir a una guerra regional, el peor escenario para todos los actores.





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