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Foto del escritorLaura Rodríguez

Protestas en Nueva Caledonia, ¿y ahora qué?

En este pequeño archipiélago francés con menos de 300.000 habitantes lleva varios días de protestas lideradas por grupo de partidarios de la independencia de Francia.



El territorio de ultramar francés de Nueva Caledonia vive intensas protestas por una revisión de los procedimientos de elecciones. Los legisladores franceses aprobaron un proyecto de ley que amplía el derecho de voto en las elecciones provinciales a los residentes llegados del país galo. Bajo esta legislación se ampliará el derecho a voto a la población gala, unas 25.000 personas, y reduciría el peso electoral del 40% de la población kanak, la población autóctona de la isla.


A raíz de las protestas, París declaró el estado de emergencia el pasado miércoles 15 en el territorio de Nueva Caledonia para hacer frente a los disturbios. Ya hay al menos seis muertos, cientos de heridos y más de doscientos detenidos, según las autoridades galas. Bajo el estado de emergencia, se estableció un toque de queda y se prohibió el uso de la red social TikTok. A su vez, Francia desplegó tropas en Nueva Caledonia. En este artículo se arrojará algo de luz sobre el por qué de las protestas ahora y sus repercusiones.


Para comprender mejor, vamos a ver algo de historia, concretamente a partir del siglo XVIII. En 1774, el navegante y explorador británico, James Cook, descubrió las tierras neocaledonias. Con el paso de los años, en la isla se establecieron unos pocos colonos ingleses, misiones anglicanas y, poco después, misiones católicas de procedencia francesa. A Cook le siguió el navegante francés Antoine de Bruni, chevalier d'Entrecasteaux, en 1793.


El contacto regular con los europeos comenzó en 1841, cuando comerciantes de sándalo procedentes de Australia introdujeron a los isleños en el uso del hierro. Un ataque perpetrado por los indígenas fue el pretexto que necesitó Napoleón III para enviar una flotilla con el propósito de controlar este archipiélago.


Francia se anexionó Nueva Caledonia, conformada por puñado de islas con una población de unos 270.000 habitantes, en 1853. Durante los primeros años, Nueva Caledonia formó parte de la Polinesia hasta que en 1860 fue separada administrativamente. Nueva Caledonia fue una de las pocas colonias, junto con Argelia, que Francia pobló con población blanca.


Napoleón III decidió en 1864 que Nueva Caledonia funcionara como una colonia penal, por la enorme distancia que la separaba de Europa. Hasta que la prisión cerró en 1897, recibió alrededor de 5.000 presos. Asimismo, a fines del siglo XIX, los colonos empezaron a extraer níquel de Nueva Caledonia. Es importante recalcar que esta isla, concentra alrededor el 15% de la producción de niquel a nivel global.


Desde la época de la colonización hasta 1917, los levantamientos fueron frecuentes y siempre temidos tanto por los colonos como por las autoridades.


La insurrección de 1856-59 cerca de Numea y el levantamiento de 1878-79, que se extendió por la costa oeste desde Bouloupari hasta Poya, pusieron en serio peligro la ocupación francesa. Los franceses reprimían cada levantamiento (con la ayuda de auxiliares indígenas) con la deportación o la ejecución y la posterior confiscación de las tierras.


En 1878 los kanakos, la población local, liderados por el Gran Jefe Ataï, se rebelaron contra los franceses, pero solo consiguieron provocar una mayor represión por parte de los colonos.


A finales del siglo XIX, grandes extensiones de tierra melanesia habían sido enajenadas y sus habitantes relegados a reservas. El trabajo forzado, las limitaciones para viajar y los toques de queda se impusieron desde los primeros días del dominio colonial y se convirtieron en la base de un sistema de derecho administrativo codificado en 1887 ("Code de l’indigénat" en francés).


París animó a dos oleadas posteriores de colonos libres en las décadas de 1890 y 1920 a emigrar para ayudar a establecer las industrias del café y el algodón, respectivamente, pero los europeos siguieron siendo minoría. Durante este período, entre 1885 y 1956, un consejo general elegido localmente asesoraba al gobernador sobre asuntos territoriales y votaba un presupuesto local.


Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Nueva Caledonia se unió a la Francia Libre y se convirtió en base para los estadounidenses hasta el final de la guerra. El Code de l’indigénat, una serie de leyes especiales para los habitantes nativos de las colonias francesas, fue abolido en la isla en 1944.


Después de la Segunda Guerra Mundial, la población europea aumentó gradualmente por la emigración, pero la principal afluencia de colonos blancos y polinesios. Nueva Caledonia fue una colonia gala hasta 1946, después un territorio de ultramar hasta 1999.


Asimismo, en 1953 se había concedido la ciudadanía francesa a todos los neocaledonios, independientemente de su origen étnico. Los melanesios formaron entonces una coalición con los europeos para llevar al poder al partido Unión Caledonia (Union Calédonienne), que propugnaba el pleno autogobierno en los asuntos locales.


A partir de 1960, la industria del níquel se convertiría en la principal fuente de ingresos. Hoy en día casi el 95% de las exportaciones realizadas por Nueva Caledonia son de níquel.


El PIB per cápita es uno de los más altos de esta región de Oceanía, la distribución de la riqueza entre los grupos étnicos es desigual: Los hogares melanesios perciben de media sólo una cuarta parte de los ingresos de los hogares europeos. La distribución de los recursos de la tierra en la isla principal también es desigual. La población europea dominan el comercio, las empresas y las profesiones, y ocupan la mayoría de los altos cargos administrativos del gobierno.


En 1957, se avanzó hacia el autogobierno con la creación de una Asamblea Territorial con poderes para elegir un ejecutivo bajo la presidencia de un alto comisionado. A partir de la década de 1970, la Unión Caledonia se convirtió en un partido cada vez más melanesio y pasó a apoyar la causa de la independencia. A la par del nacimiento de países independientes como Samoa, Fiyi o Tonga, avivaría la llama independentista. La mayoría de las colonias francesas optaron por la independencia, pero algunas poblaciones, como Guadalupe y Martinica.


En 1975 nace el Palika, el Partido de Liberación Kanak, y más tarde, el Front Independantiste. Este fue sustituido en la siguiente década por el Front de libération national kanak socialiste (FLNKS), de carácter socialista.


En la década de 1980, el FLNKS boicoteó las elecciones y creó un “gobierno provisional” para forzar la secesión pero lo que consiguieron fueron 4 años de disturbios, conocido como los "Les Évènements". El FLNKS hizo una toma de rehenes en la isla de Ouvea, donde 4 gendarmes fueron asesinados y 27 retenidos. Estos rehenes fueron liberados por París, pero con polémica.


Este evento reavivó el conflicto presente en Nueva Caledonia y se firmó el Acuerdo de Matignon. Bajo este acuerdo, se aseguraba que en un plazo de diez años se desarrollarían mejoras económicas y sociales en beneficio de la comunidad canaca antes de proclamarse un referendo de independencia.


Tras este periodo, se firmó en 1988, el Acuerdo de Noumea. París se comprometió a otorgar gradualmente más poder político, salvo en política exterior, justicia, política monetaria y de defensa, a este territorio insular del Pacífico de casi 300.000 habitantes. A su vez, se fijó la fecha para la celebración de 3 referéndums con un censo de población que recogiera el de los habitantes que estaban allí antes de que se iniciase el proceso de independencia.


El Acuerdo de Numea también supuso la no actualización de las listas de votantes de Nueva Caledonia desde 2007. Los residentes de la isla, llegados de la Francia continental o de otros lugares en los últimos 25 años, no tienen derecho a participar en los comicios provinciales.


La idea de la independencia y la desigualdad social han alimentado durante décadas las tensiones en el territorio. Durante los dos primeros referendums en 2018 y 2020, el "No" ganó con el 56,67% de los votos y el 53%, respectivamente.


Los problemas se agravaron con el tercer referéndum, celebrado en 2021, en plena crisis de la pandemia del Sars-Cov-2. El Covid-19 golpeó a Nueva Caledonia, que hasta entonces no se había visto muy afectada. Se declaró un confinamiento y el sector hospitalario se vio sometido a una gran presión. El Covid-19, afectó sobre todo a las comunidades canacas y oceánicas.


El tercer referéndum celebrado en 2021, se celebró y volvió a salir el "No". Esta vez, los kanaka boicotearon la votación y no participaron en ella y los independentistas no aceptaron el resultado.


Durante los años post Covid-19, han sido muy difíciles en toda la región, con una economía muy deteriorada, dependiente de la minería del níquel, y dependiente de las remesas económicas de Francia. Las islas reciben alrededor de US$1.500 millones del gobierno francés cada año.


A pesar de las subvenciones francesas al sector por valor de cientos de millones de euros, la industria del níquel sigue hundiéndose, con un descenso de la producción del 32% en el primer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior.


El sector está sufriendo las restricciones a la exportación impuestas por las autoridades de Nueva Caledonia, así como los elevados costes energéticos, que hacen que la producción de níquel sea considerablemente más cara, y menos rentable.


Las autoridades francesas advirtieron en 2023 que las tres principales fábricas de procesamiento de níquel de Nueva Caledonia podrían cerrar pronto. Elevando el desempleo al 50% en la isla.


Actualmente residen en el territorio unos 270.000 habitantes, de los cuales alrededor del 40 % pertenecen al grupo kanaco, indígena de estas islas, otro 40 % a los denominados «caldoches», descendientes de europeos, y el resto a inmigrantes venidos sobre todo de Asia.


Tras los 3 "No" de los referendos, la Asamblea Nacional ha votado a favor reformar el sistema de votación para permitir a los residentes con más de 10 años en la isla votar en las elecciones locales. Es importante aclarar que este proyecto de ley no levanta la suspensión del sufragio universal, sino que simplemente «descongela» el censo electoral y plantea su renovación.


Esta reforma podría diluir el peso de la población autóctona y eso les dejaría más lejos de lograr su ansiada independencia. En la consulta popular de 2020 el "no" a la independencia ganó, pero sólo con el 53%.


Esta reforma ha llevado a que jóvenes insurrectos han exigido la retirada de esta disposición de manera violenta, una mayoría de ellos pertenecientes a los kanacos. Pese a la llamada del líder independentista Louis Mapou haya hecho un llamamiento a la calma, los insurrectos han continuado con los pillajes y los bloqueos.


Las carreteras están llenas de escombros y vehículos blindados patrullan las calles. Es el peor brote de violencia en Nueva Caledonia desde la década de 1980, con avenidas bordeadas de palmeras en Noumea convertidas en campos de batalla.


Las autoridades judiciales francesas atribuyen la rebelión a las órdenes dadas por la Célula de coordinación de acciones sobre el terreno (CCAT), una organización creada en noviembre de 2023 considerada una escisión del Frente de Liberación Kanak Socialista (FLNKS).


Tras varias semanas de invierno, las protestas van a menos. Pese que los manifestantes siguen prendiendo fuego a edificios y los niveles de violencia siguen altos en Numea, comienza a sentirse que los disturbios van a la baja. Asimismo, París sigue adelante con su proyecto de reforma electoral, que podría ratificarse en junio de 2024. Es importante remarcar que en 2024, se celebran elecciones provinciales con un posible cambio en el censo.


Esta isla es clave para Francia, ya que alberga cerca del 20-30% de los recursos mundiales de níquel, un recurso utilizado en la fabricación de baterías para coches eléctricos. Recientemente, París publicó una nueva estrategia, donde "el Indo-Pacífico es un socio crucial y una prioridad para la diplomacia francesa."


A la par, China ha intentado aumentar su presencia en el archipiélago invirtiendo en la industria del níquel. China es el principal destino de las exportaciones de Nueva Caledonia y su cuota en las exportaciones del archipiélago crece. En 2010, China representaba el 4% de las exportaciones neocaledonias; ahora compra el 57%.


A la par, a raíz del mayor apoyo francés a Armenia, Azerbaiyán, por su parte, ha acusado repetidamente a Francia de neocolonialismo e incluso ha fundado una alianza que une a 14 movimientos políticos de todo el antiguo imperio francés en nombre de la descolonización.


La reforma del censo electoral aún debe ser aprobada por una sesión conjunta de las dos cámaras del parlamento francés. Asimismo, París sigue adelante con una reforma. Esta reforma podría cambiar las tornas en Nueva Caledonia, donde la economía podría ser un factor determinante, en una isla con cada vez más peso en el complejo tablero del Indo-Pacífico.








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