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Foto del escritorLaura Rodríguez

¿Qué es el Banco Europeo de Inversiones (BEI)?

Actualizado: 10 dic 2023

La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, se convertirá en el nuevo presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Calviño relevará al alemán Werner Hoyer y convertirse el próximo 1 de enero de 2024 en la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI).




Nadia Calviño recibió este viernes el respaldo de 18 de 27 estados de la Unión Europea (UE), para convertirse en la próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Calviño será la primera mujer que presidirá el BEI y la octava en total, con un mandato de 6 años. La candidatura española competía con las de la comisaria danesa Margrethe Vestager, el ex ministro de Finanzas italiano Daniele Franco, la polaca Teresa Czerwinska y el sueco Thomas Östro. En este artículo se arrojará algo de luz sobre dos preguntas clave: ¿qué es el BEI? ¿por qué es importante?


El BEI es considerado el brazo financiero de la Unión Europea, ya que su principal misión es conceder financiación para contribuir al desarrollo equilibrado y estable del mercado común, en proyectos que contribuyan a lograr los objetivos de la UE, tanto dentro como fuera de ella. Esta institución tiene sede en Luxemburgo. El BEI fue creado en 1958 en el marco de los Tratados de Roma, concretamente en sus artículos 129 y 130 del tratado.


El BEI nació con la misión de impulsar el desarrollo económico y fomentar la cohesión del bloque. En sus primeros años el Banco Europeo de inversiones facilitaba financiación en forma de préstamos para los grandes proyectos de infraestructura europeos.


A partir de la década de 1970, la crisis económica que asoló el continente trajo consigo una reorientación de la misión y los objetivos del BEI. El declive de las economías de los países miembros de la CE hizo más difícil para cada uno de ellos perseguir sus propios objetivos nacionales, a menudo dispares. Al mismo tiempo, la ampliación de la CE con la incorporación del Reino Unido, Dinamarca, Irlanda y otros países en los años setenta, seguida de la incorporación de Grecia, España y Portugal a mediados de los ochenta, había aportado a la CE un panorama aún más diversificado de desarrollo económico y de infraestructuras.


Estos factores llevaron a la CE a empezar a dar pasos hacia el desarrollo de una política económica de ámbito europeo. A su vez, el BEI comenzó a adoptar pautas de préstamo más estrechamente asociadas a las estrategias y objetivos económicos de la CE.


El BEI comenzó también a conceder préstamos específicamente a los cada vez más numerosos "asociados" de la Comunidad Europea, en particular a los países que aspiraban a ingresar en la CE. La región mediterránea se convirtió en un objetivo privilegiado de los proyectos de préstamo del BEI. En los años ochenta el BEI asumió la responsabilidad de ayudar a países asociados como Grecia, España y Portugal a cumplir los requisitos exigidos para ser admitidos en la CE.


A finales de los años ochenta y principios de los noventa, el BEI empezó a desarrollar una serie de nuevos mercados. Por un lado, el BEI empezó a concentrar una mayor parte de su cartera de préstamos en la financiación del mercado de las PYME, así como en iniciativas de telecomunicaciones y transporte urbano entre los países miembros de la CE. Por otra parte, en 1989 el BEI comenzó a conceder financiación a los países del antiguo Bloque del Este a medida que éstos salían del dominio soviético, prestando a Polonia, Rumania, Hungría, Bulgaria, la República Checa y Eslovaquia.


Tras el Consejo Europeo de Lisboa de 2000 y el nombramiento de un nuevo presidente, el ex ministro belga de Finanzas Philippe Maystadt, el BEI anunció un cambio en sus objetivos.


El BEI seguía prestando apoyo infraestructural y político a la Unión Europea como venía haciendo desde hacía más de 40 años, esta institución quería desempeñar un papel significativo en la consecución del objetivo declarado por la Cumbre de Lisboa de convertir a Europa en la economía de alta tecnología y basada en el conocimiento más competitiva del mundo de aquí a 2010. Por ello, el BEI reorientó rápidamente su cartera de préstamos, desplazando un porcentaje creciente de los mismos hacia el apoyo a programas de alta tecnología y de capital-riesgo, así como al mercado de las PYME.


Actualmente el Banco Europeo de Inversiones (BEI) tiene tres funciones clave: impulsar el potencial de crecimiento y empleo de Europa, apoyar las medidas para mitigar el cambio climático y fomentar las políticas de la UE en otros países. Cabría mencionar que, es la principal herramienta europea para financiar las ayudas para Ucrania. También es una herramienta fundamental en la gestión de los préstamos Next Generation. Además desde 2021, dejó de financiar proyectos energéticos basados en combustibles fósiles.


El BEI es directamente responsable ante los Estados miembros. No tiene obligaciones formales de información al Parlamento ni es responsable ante él. Sin embargo, en un gesto de buena voluntad, el presidente del BEI acepta invitaciones a comparecer ante el Pleno y a asistir a las reuniones de las comisiones parlamentarias pertinentes. Una comisión parlamentaria controla todos los años las actividades del BEI y presenta un informe al Pleno, en presencia del presidente del BEI. Según el artículo 308 del TFUE, para modificar los Estatutos del BEI, se consultará al Parlamento Europeo.


La entidad obtiene sus recursos sobre todo en los mercados de deuda, aunque también cuenta con las aportaciones de capital realizadas por los países de la UE como socios de la entidad. Después dirige los recursos tanto a las empresas que necesitan la financiación como a bancos privados que después los canalizan a los receptores finales. Cerca del 90% de los créditos se conceden en la UE. Ni un euro procede del presupuesto de la UE.


Esta institución es el único banco que tiene por accionistas los estados miembros de la UE. La participación de cada Estado miembro en el capital del banco está en función de su peso económico en la UE (expresado en el PIB) en su entrada en la Unión (España contribuye con el 9,66%).



El BEI cuenta con tres órganos de decisión: el Consejo de gobernadores, el Consejo de administración y el Comité de dirección, y un órgano de control, el Comité de auditoría.


  1. El Consejo de gobernadores: formado por ministros (generalmente de Economía) de los 27 Estados miembros. Se determina las orientaciones generales del Banco Europeo de Inversiones. Cabría mencionar que, decide la política de créditos, aprueba las cuentas anuales y decide sobre la participación del banco en operaciones de financiación fuera de la EU.

  2. El Consejo de Administración: está compuesto por un consejero de cada país de la UE y uno de la Comisión Europea. Decide sobre los préstamos, garantías y créditos y lleva el control de la gestión del BEI.

  3. El Comité de dirección: es el órgano colegial ejecutivo y permanente; está compuesto por nueve miembros. Bajo la autoridad del Presidente y bajo control del Consejo de administración, se encarga de la gestión cotidiana del Banco. El Comité de Dirección está compuesto por un presidente y ocho vicepresidentes nombrados para un período de seis años.


En la práctica, el Banco Europeo de Inversiones se ha convertido en el mayor prestamista y prestatario multilateral en el mundo. Proporciona su financiación y experiencia para proyectos de inversión sostenibles que contribuyen a los objetivos de la política de la UE. El BEI concrenta más del 90% en Europa, pero invierte en el resto del mundo. Actualmente, colabora con más de 150 estados fuera de la UE. El BEI firmó más de 65.000 millones de euros de financiación el año pasado.


Bibliografía recomendada:


  1. El Banco Europeo de Inversiones: Fichas Temáticas sobre la Unión Europea: Parlamento Europeo. Fichas temáticas sobre la Unión Europea | Parlamento Europeo. Disponible en: https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/17/el-banco-europeo-de-inversiones

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