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Foto del escritorLaura Rodríguez

¿Qué es Hamás?

Actualizado: 22 oct 2023


El pasado sábado 7 de octubre, el grupo terrorista Hamás realizó un brutal atentado. Hamás penetró en comunidades israelíes cerca de la Franja de Gaza, matando residentes israelíes y extranjeros y militares, y capturando rehenes.


A día 15 de octubre de 2023, más de 1.400 personas han muerto en Israel, y a día 21 de octubre de 2023, Israel confirma que 210 rehenes siguen en poder de Hamás. A su vez, se contabilizan 4.137 fallecidos en Gaza. Hay que destacar que el número de personas que dejaron sus hogares en Gaza se eleva a 1,4 millones, de los 2,2 millones de personas que viven en la Franja de Gaza.


Este grupo terrorista ha vuelto a recobrar mayor protagonismo a nivel global. En un anterior artículo, se analizó el por qué del ataque en este momento. No obstante, hay una pregunta para comprender el conflicto, ¿qué es Hamás?


Hamas es un grupo político y militar islamista suní y nacionalista (ojo- no el actor internacionalmente reconocido de Palestina) que tiene presencia en la Franja de Gaza. Hamás se originó a partir de la organización de Ahmed Yassín, Mujama al-Islamiya, establecida en Gaza en 1973 como una organización benéfica religiosa relacionada con la Hermandad Musulmana con sede en Egipto.


Hamás es considerado un grupo terrorista por: Israel, EE.UU., la UE, Australia, Canadá, Japón, Paraguay, Reino Unido y la Organización de los Estados Americanos, a partir de finales de la década de 1990.


El origen de Hamás se remonta a los primeros días de la 1ª Intifada palestina de 1987 contra la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza y fue fundada por el clérigo Ahmed Yasín. En los 60, 70 y 80, el fundador de Hamás, Ahmed Yasín, había puesto en marcha una red de organizaciones de beneficencia, clínicas y escuelas en la Ribera Occidental del Jordán y Gaza.


Los estatutos fundacionales de Hamás de 1988, con 36 artículos en los que se delineaba la identidad y marcaban los objetivos de este movimiento que llamaba a destruir cualquier vestigio judío en Oriente Medio. Asimismo, define los territorios palestinos históricos -incluido el actual Israel- como tierra islámica y excluye cualquier paz permanente con el Estado judío.


En mayo de 2017, por primera vez desde su fundación, el grupo terrorista publicó un documento de nuevas políticas en el que declaró su voluntad de aceptar un Estado palestino interino dentro de las fronteras anteriores a 1967, pero sin reconocer a Israel.


Durante los años 90, Hamás ganaría prominencia dentro de Palestina por su resistencia y levantamiento en contra del reconocimiento del estado de Israel. Dentro de Hamás existe una rama militar, las Brigadas Izz ad-Din al Qassam que operan desde 1992 y son lideradas por Mohammed Deif.


Este brazo fue clave en los múltiples atentados con bombas en autobuses entre mediados de los 90 y comienzos de los 2000, matando a decenas de israelíes, e intensificó sus ataques contra civiles y militares después de que Israel matara a su principal fabricante de bombas, Yahya Ayyash, en diciembre de 1995.


Yaser Arafat, líder de la OLP y del partido Fatah (nacionalista y secular), se mostró reacio a perseguir a los atacantes de Hamás y es posible que no dispusiera de los medios adecuados para hacerlo. En 1999, se prohibió Hamás en Jordania, al parecer en parte a petición de Estados Unidos, Israel y la Autoridad Palestina.


A su vez, con el paso del tiempo, se fraguaba la pugna entre la Organización para la Liberación Palestina (OLP) y Hamás. En 1994, la OLP e Israel firmaron los Acuerdos de Oslo, que representaba a la mayoría de los palestinos. No obstante, Hamás se opuso a los acuerdos.


Hamás siguió ganando poder e influencia en los años siguientes a medida que Israel tomaba medidas drásticas contra la Autoridad Palestina. Hamás organizó clínicas y escuelas, sirviendo a palestinos que se sentían decepcionados con la administración de la Autoridad Palestina, liderada por el movimiento político Fatah. Estas acciones ha permitido que Hamás se involucre más en el conflicto israelí-palestino, y abogó por la resistencia armada palestina.


El mayor descontento palestino durante el proceso de paz de Oslo, ya que la realidad sobre el terreno no coincidía con las expectativas creadas por los acuerdos de paz, sería uno de los motivos de la 2ª Intifada y el mayor apoyo popular palestino hacia Hamás, aumentando en un 17%.


La Segunda Intifada fue una oleada de violencia que comenzó el 29 de septiembre de 2000 en Palestina e Israel. Fue provocada por la visita de Ariel Sharon, líder del partido Likud, al complejo del Monte del Templo y la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén. Durante este período, hubo intensos enfrentamientos entre palestinos e israelíes.


Hamás y otros grupos militantes llevaron a cabo ataques militares y atentados suicidas contra objetivos civiles y militares israelíes. En los años siguientes, murieron casi 5000 palestinos y más de 1100 israelíes. Aunque hubo un gran número de ataques palestinos contra israelíes, la forma más efectiva de violencia por parte de los palestinos fueron los atentados suicidas. Durante los primeros cinco años de la intifada, más de la mitad de las víctimas israelíes fueron víctimas de atentados suicidas, y aproximadamente el 40% de estos ataques fueron llevados a cabo por Hamas.


En enero de 2004, el líder de Hamas, Ahmed Yassin, propuso un alto el fuego de 10 años a cambio de un estado palestino en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este. Sin embargo, Israel respondió asesinando a Yassin en un ataque aéreo dirigido y su sucesor al-Rantisi en otro ataque similar.


En noviembre del mismo año murió Yaser Arafat, líder histórico de la Organización para la Liberación de Palestina y después de Fatah. Tras la muerte de Arafat, Mahmud Abás tomó las riendas de la Autoridad Palestina. Abás veía las tácticas bélicas de Hamás como contraproducentes. En 2005, Israel retiró sus tropas y asentamientos de Gaza.


Un poco después de esta retirada, se celebraron elecciones legislativas palestinas de 2006, y Hamás participó en ellas. Hamás obtuvo 76 escaños y Fatah sólo 43. Hamás asumió la administración de Gaza tras su victoria electoral y durante 2006-2007, se formó un gobierno de coalición entre Gaza entre Fatah y Hamás.


Tras una guerra civil entre militantes de Hamás y Al Fatah en mayo de 2007, Hamás pasó a gobernar de facto la Franja de Gaza tras expulsar a Fatá. Desde entonces, Gaza está bajo el control administrativo de Hamás y gobernada por el líder del grupo terrorista Hamás, Ismail Haniya (que actualmente reside en Catar); mientras que Cisjordania bajo control de Fatá. Israel, junto a Egipto, ha mantenido un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo a la Franja desde 2007 para aislar a Hamás y presionarlos para que detengan sus ataques.


Este bloqueo limita la importación de alimentos, combustible y material de construcción; limita hasta dónde pueden salir al mar los pescadores de Gaza; prohíbe casi todas las exportaciones e impone estrictas limitaciones a la entrada y salida de personas de Gaza.


Con el paso del tiempo, ambas facciones palestinas han intentado reconciliarse, como en los acuerdos de 2007 en La Meca para formar un Gobierno de coalición, o los de 2011, 2014 y 2017. Sin embargo, todos los intentos han sido fallidos.


Durante los años en el poder de Hamás, los derechos humanos y las libertades se han restringido, sobre todo: para las mujeres, homosexuales y minorías.


Según un informe del Centro Al Mezan para los Derechos Humanos publicó el 23 de abril de 2019, una "hoja informativa" (información presentada se recopiló entre el 1 de marzo de 2018 y el 1 de marzo de 2019) sobre las violaciones de los derechos de la población a reunirse pacíficamente, expresar opiniones y no ser objeto de detención arbitraria en la Franja de Gaza. Durante las protestas de 2019, se detuvieron y encarcelaron a 742 personas, cifras aún mayores.


Human Rights Watch ha informado de que tanto la Autoridad Palestina (AP) dirigida por Fatah en Cisjordania como el gobierno de Hamás en la Franja de Gaza detienen y torturan a opositores y críticos pacíficos, y que cada parte se dirige a los partidarios de la otra.


El matrimonio precoz es un problema persistente. Alrededor del 15% de las mujeres casadas en Gaza sufrieron abusos sexuales por parte de sus maridos en 2022. A su vez, las relaciones homosexuales entre hombres está prohibida.


Según las últimas estadísticas publicadas por la Iglesia del Monasterio Latino de Gaza, en 2022 la población cristiana de la Franja de Gaza ascendía a unos 1.100 habitantes, junto con más de dos millones de musulmanes. Se trata de un gran descenso con respecto a mediados de los años noventa, cuando eran unos 5.000.


En el plano económico el bloqueo israelí y egipcio y la pésima gestión interna de Hamás han destrozado la economía gazatí. Cabría mencionar que, más del 80% de los palestinos de Gaza viven en la pobreza, según la ONU. A su vez, la tasa de desempleo antes de los últimos enfrentamientos de 2023, era del 46%, según la Oficina Central Palestina de Estadística. También según estimaciones del FMI, más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza.


Además, según el FMI, Gaza se había quedado muy por detrás de Cisjordania en los últimos 15 años, principalmente debido a los años de aislamiento y repetidos conflictos posteriores a la llegada de Hamas al poder en 2007, con el 77% de los hogares recibiendo ayuda, principalmente dinero en efectivo o alimentos.


La guerra contra Israel ha legitimado el papel de Hamás en la sociedad palestina. Israel ha lanzado cuatro grandes ataques militares contra Gaza -en 2008-2009, 2012, 2014 y 2021- para destruir la capacidad militar de Hamás. Cabría mencionar que, tras el conflicto de Gaza de 2008, el apoyo a Hamás aumentó considerablemente entre la sociedad palestina en general en comparación con los periodos sin conflicto, sobre todo en Gaza.


No obstante, en 2019, se sucedieron manifestaciones por el elevado precio de los alimentos y la falta de empleo. Estas protestas sacaron a cientos de gazatíes a las calles de los centros urbanos y los campos de refugiados. Fueron de una escala e intensidad que no se habían visto antes bajo el férreo gobierno de Hamás.Estas manifestaciones fueron brutalmente reprimidas.


Matthew Levitt, ex funcionario estadounidense especializado en contraterrorismo, calculó que la mayor parte del presupuesto de Hamás, de más de 300 millones de dólares, procedía de impuestos a empresas, así como de países como Irán y Qatar o de organizaciones benéficas.


Según el informe del Banco Mundial, la economía de Gaza se ha mantenido a flote gracias a grandes cantidades de ayuda y remesas extranjeras.


La Autoridad Palestina y el El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA por sus siglas en inglés) han sido los mayores proveedores de financiación no relacionada con el comercio, con un total de más de 2.300 millones de dólares en 2014, mientras que alrededor de 500 millones de dólares de fuentes informales fluyeron hacia Hamás.


Sólo la Autoridad Palestina transfiere unos 1.200 millones de dólares al año a los bancos de Gaza, gran parte de ellos en forma de pensiones y salarios para los 77.000 empleados que se mantienen en nómina aunque no estén trabajando. Según el primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayad, el 54 por ciento del presupuesto de 3.170 millones de dólares de la Autoridad Palestina para 2010 se destinó a Gaza.


La mayor parte de esa cifra parecen ser salarios también cubre lo que la Autoridad Palestina paga directamente por la electricidad, el combustible y el agua suministrada a Gaza por empresas israelíes.


Es importante aclarar que la única fuente natural de agua de la Franja de Gaza es la cuenca del acuífero costero, que corre a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo desde el norte de la península del Sinaí en Egipto, a través de Gaza y hasta Israel. Este acuífero también está contaminado por aguas residuales no tratadas, lo que hace que el 96,2% del agua doméstica del acuífero no sea potable.


Asimismo, la red eléctrica gazatí depende de tres fuentes para aprovisionar a la población: incluyen 120 megavatios de la compañía eléctrica israelí, 60 megavatios de la central eléctrica de Gaza que depende del combustible y 30 megavatios de Egipto, pero las líneas del lado egipcio están desconectadas desde febrero de 2018.


En 2022, Hamás había establecido una red secreta de empresas que gestionaban inversiones por valor de 500 millones de dólares en compañías desde Turquía hasta Arabia Saudí. Este pasado mes de febrero, el Departamento de Estado de EE.UU. afirmó que Hamás recauda fondos en otros países del Golfo y obtiene donaciones de palestinos, de otros expatriados y de sus propias organizaciones benéficas.


Hamás ha perdido peso y apoyo dentro de la población palestina, sobre todo, en la Franja de Gaza. En Gaza, recientemente se produjeron protestas y milicias alternativas, que son reprimidas con fuerza. Este ataque permitiría recuperar peso interno y humillar a Israel. Asimismo, este golpe es otro test sobre si los estados árabes siguen acercando posturas con Israel o congela este proceso, haciendo que la causa palestina siga en el tablero internacional.


El tiempo dirá si este ataque podría ser el punto y final de Hamás, alterando la geopolítica de Oriente Medio y de otras regiones.


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