Las guerras comerciales son tan antiguas como el propio comercio, pero siguen marcando la actual política internacional.
El listado de guerras económicas, comenzó con la expansión del liberalismo en el siglo XIX, los casos más representativos ocurren durante las últimas décadas en el marco de la globalización.
Cada vez es más habitual leer noticias que anuncian la adopción de nuevos aranceles, tarifas y sanciones a individuos, empresas y estados. Sus destinatarios habituales componen un grupo de lo más heterogéneo: desde Irán, China y Rusia, por un lado, hasta la UE, Corea del Sur o Japón.
Durante las últimas décadas, el comercio y la posición económica de un estado en un contexto de globalización ha sido el brazo más importante de su política exterior. Con la llegada del ex-presidente de los EE.UU., Donald Trump a la Casa Blanca, la rivalidad tecnológica y comercial entre Washington y Pekín no ha dejado de incrementarse, y en los medios de comunicación se ha hablado de una guerra comercial. No obstante, ¿qué es una guerra comercial? ¿cuál es su impacto?
La guerra comercial es una forma de guerra política donde dos naciones pugnan por una serie de políticas comerciales. Las guerras comerciales comienzan con una decisión política que una nación ve como hostil a las relaciones comerciales, como un cambio en los aranceles e impuestos, la creación de nuevos subsidios y otras políticas sugestivas de proteccionismo económico. Esta pugna podría ir desde subir los aranceles hasta la prohibición de toda la importación de un producto.
Esta decisión se realiza para favorecer la propia industria y reducir las importaciones, para dar una vuelta a la balanza comercial de un estado. Un ejemplo ha sido la implementación de aranceles a la importación de aluminio y acero de la UE por parte del ex-presidente de EE.UU., Donald Trump. Esto provocó que la UE adaptase contramedidas por 2.800 millones de dólares.
Las guerras comerciales se originan cuando un país considera que su competidor tiene prácticas comerciales desleales. Los sindicatos o los grupos de presión (comúnmente llamados "lobbies") de la industria del país pueden presionar a los políticos para que los productos importados sean menos atractivos para los consumidores.
La imposición de aranceles se aplica a un grupo de Estados o limitarse a uno en particular. El principal objetivo económico de la medida es proteger a la industria nacional. También se implementan otras medidas que son la creación de barreras no arancelarias, consistiendo en incrementar los requisitos técnicos o de calidad exigidos para la importación de productos.
Esta guerra comercial puede aplicarse a un estado o a un grupo concreto. Los pasos iniciales de una guerra comercial, vienen acompañados de una respuesta por el sancionado para neutralizar o minimizar los efectos de las medidas.
Las formas en que actúan los países implicados en estas disputas dependen del alcance de las medidas que generaron el conflicto. Sin embargo, debido a la interdependencia económica entre los diferentes estados hace cada vez más difícil determinar quiénes son los beneficiados y quiénes los perjudicados en una guerra comercial.
El efecto termina por impactar no sólo por las partes implicadas, sino por terceros actores en el tablero internacional, y sobre todo, los consumidores que tendrán que pagar más por el mismo producto. Además, se podría conducir a la interrupción del comercio y de las cadenas de suministro globales, que podría dañar la rentabilidad de las empresas y la competitividad de un estado.
En el corto plazo, las guerras comerciales podrían servir para proteger a las industrias nacionales. Esto puede ser especialmente útil para proteger a las industrias nacientes pequeñas o en crecimiento, que pueden tener el potencial de ser importantes para la futura producción nacional.
No obstante, estas pugnas comerciales podrían producir un efecto contraproducente en el largo plazo, con la subida de los precios para los consumidores, repercutiendo directamente sobre el tejido empresarial y la productividad de un estado.
Con el tiempo, las guerras comerciales podrían debilitar la industria nacional, ya que, sin competencia, las compañías de un determinado sector no necesitan innovar, haciendo que la calidad del producto local disminuya frente al de sus competidores. Pese a sus desventajas, no es de extrañar que el proteccionismo pueda volverse un asunto relevante, sobre todo, si hay unas eleciones a la vista.
Bibliografía recomendada:
1- Qué Es una guerra comercial, cuáles son sus armas y quiénes son sus Principales Víctimas (2018) BBC News Mundo. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43309754
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