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Foto del escritorLaura Rodríguez

Taiwán, el escudo de silicio en pugna

A fecha de enero de 2022, la República de China es reconocida internacionalmente por sólo 14 estados. Sin embargo, esta isla es un punto clave en el sector tecnológico, concretamente en semiconductores. ¿Cómo esta isla se convirtió en una potencia tecnológica?

En 2019, la República de China, conocida popularmente como Taiwán perdió dos aliados en Oceanía: las Islas Salomón y Kiribati. Asimismo, en diciembre de 2021, Nicaragua anunció que cortó los lazos bilaterales con la República de China y los restableció con Pekín.


A fecha de enero de 2022, la República de China es reconocida oficialmente por sólo 14 estados a nivel mundial, la gran mayoría en el continente americano.


Sin embargo, un hecho también elogiado y conocido de este territorio ha sido la tecnología y fue ampliamente elogiadapor su eficaz gestión de la pandemia del SARS-CoV-2, debido a su rápida actuación. En 2020, la economía de Taiwán creció más del 3%, siendo de las pocas economías que no sufrirá una recesión debido a la pandemia del SARS-CoV-2.


Según el Índice de Libertad Económica de 2021, la República de China (ROC por sus siglas en inglés) se posiciona como la sexta economía más libre del mundo. Su PIB per cápita en 2020, fue de casi 25.000€; ocupando el puesto 34 de 196, sobre las naciones más ricas en PIB per cápita del mundo. Asimismo, esta isla se ha convertido en todo un líder tecnológico.


Taipéi concentra una de las economías más intensivas en investigación de todo el mundo. Se calcula que la inversión es cerca del 3% de su producción en I+D. En este artículo nos centraremos en un aspecto poco analizado y fundamental para comprender la actual pugna entre EE.UU. y la República Popular de China: las claves de su desarrollo tecnológico.


La historia reciente se remonta a finales del siglo XIX. La firma del Tratado de Shimonoseki, pondría fin a la primera guerra chino-japonesa en 1895. Mediante este tratado, la dinastía Qing cedería la isla, junto con las islas Penghu al Imperio de Japón.


El gobierno colonial nipón iniciaría la política de “Agricultura para Taiwán” para modernizar la economía taiwanesa. En 1898, se promulgó el “Reglamento de Registro de Tierras de Taiwán” y “el Reglamento de Investigación de Tierras de Taiwán”. Cabría mencionar que, en 1902, se promulgó el “Reglamento para el Fomento de la Industria Azucarera de Taiwán”, donde varias empresas japonesas establecieron técnicas modernas en esta industria. Gracias a esta modernización, la productividad, calidad y comercialización del azúcar mejoraron. En pocos años, el azúcar se convirtió en la exportación más importante.


Junto a estas medidas, Tokio se centró en la ampliación y reconstrucción de infraestructuras, la construcción de redes de comunicación y la promoción de la salud pública. Destacaría que, entre 1898-1907, se construyó un ferrocarril que recorre de norte a sur la isla y, la reconstrucción y dragado de los puertos de Keelung y Kaohsiung.


Imagen 1: La estación de tren de Taichu, en Taichung en 1917. Recuperado de: https://www.politika.io/en/notice/colonial-historiography-in-taiwan-and-korea-under-japanese-rule-1890s1940s-part-i


A su vez, tras equipar las escuelas primarias, secundarias y preparatorias de Taiwán, Japón estableció la Universidad Imperial de Taipei en 1928. Este desarrollo educativo es la clave para el posterior progresos económico y tecnológico de Taiwán.


Durante esta primera época de dominio japonés, el crecimiento económico fue cercano al 3% durante 1905-40. Mientras que, el de la China continental rondó el 0,33% entre 1914-31.


A partir de 1937, la industrialización en Taiwán cambiará más allá del procesamiento agrícola. Con la guerra chino-japonesa y la guerra del Pacífico, Taiwán sería escogido como la base de suministros para Japón. Con ello, las industrias relacionadas con: la munición, siderurgia, química, textil, metalurgia y maquinaria se convertirían en el principal motor económico de la isla de Formosa.


No obstante, con el fin de la II GM y los daños causados por los bombardeos de las fuerzas estadounidenses; la economía de esta isla se resentiría y por primera vez la población experimentó un severo control de los alimentos y escasez de suministros.


La derrota del Kuomintang (KMT por sus siglas) en la guerra civil china (1927-1949) haría que, Chiang Kai-shek y sus partidarios huyan a Taiwán y establecieran la República de China, bajo una cruenta dictadura hasta los años 70. Más de un millón de personas se trasladaron a esta isla y, durante el período de 1945-1950, los precios se multiplicaron hasta diez mil.


El gobierno de Taiwán impulsó la Reforma Agraria (1949-1953), centrada en tres fases: la reducción del 37,5% del valor de la cosecha por concepto de renta de la tierra a partir de 1949; la venta de tierras de labranza públicas, desde 1951 y, el programa “tierra al agricultor”, implementado en 1953. También hay que añadir que, desde 1951, Estados Unidos proporcionó ayuda militar y económica a Taiwán, aliviando la tensión inflacionaria.


Esta política tendría un éxito inmediato, para 1952, se recuperó el nivel de producción del período de pre-guerra, sino que, también hubo un aumento considerable de la producción agrícola y la mejora en la productividad de la tierra.


Durante esta década, el KMT, centró su estrategia económica en la sustitución de importaciones. No obstante, este intento fracasó porque los productores nacionales no eran capaces de producir los productos importados a un precio tan bajo como el que se podría obtener de fuentes extranjeras. En particular, las subvenciones a las industrias de sustitución en Taiwán procedían de la ayuda económica estadounidense.


Este fracaso condujo al gobierno taiwanés a cambiar de estrategia y concentrarse en industrias que pudieran exportar y ganar divisas para pagar las importaciones de la isla.


A partir de 1958, Taipéi se centró en la liberalización de las restricciones comerciales, fomentando las exportaciones, estimulando el ahorro privado y la asignación eficiente de los fondos de capital. Además se establecería la primera zona de procesamiento de exportaciones del mundo, en el municipio de Kaohsiung. Esta liberalización se aceleró a partir de la década de 1960, con el anuncio de Washington de la reducción de su ayuda económica a esta isla.


Todas estas medidas y las subvenciones del gobierno impulsarán aún más el crecimiento económico y las grandes inversiones en I+D, siendo el germen de la industria de los microchips. Asimismo, grandes empresas, como IBM, empezarían a abastecerse de chips y componentes electrónicos provenientes de Taiwán.


La década de los 70 fue clave para el crecimiento económico de la isla. En 1973, se produjo la primera crisis energética. En Taiwán, los precios de los productos básicos se dispararon. En consecuencia, en 1974, el Primer Ministro, Chiang Ching-Kuo impulsó el programa de los Diez Grandes Proyectos de Construcción.


Gracias a este programa, se sentarán las bases de la infraestructura básica y el desarrollo de la industria química pesada. Al mismo tiempo, el gobierno taiwanés levantó muchas de las restricciones comerciales, se redujeron los aranceles, se estableció un tipo de cambio unitario y se suprimieron los permisos necesarios para enviar dinero al extranjero.


Pese a la crisis de 1973, entre 1963-1980, la economía de Taiwán crecería a un ritmo del 10% durante 18 años consecutivos. Este crecimiento, conlleva a que, Taipéi se convirtiera en uno de los “cuatro tigres asiáticos”.


Gráfico 1: Crecimiento del PIB per cápita en 4 países del sudeste asiático desde 1960-2015. Recuperado de: https://mympcapital.blogspot.com/2019/11/tale-of-four-economies-south-korea.html


En la década de 1980, Taiwán vivirá cambios importantes, donde las relaciones con la República Popular de China se desarrollarían rápidamente, mientras la economía se abriría cada vez más. En 1981, el gobierno de la República de China anunció la creación del Parque Industrial Científico de Hsinchu. Tres años más tarde, el gobierno taiwanés impulsa planes de liberalización de la economía, la privatización de las empresas públicas y se reducirían los aranceles.


Los enormes superávits comerciales conllevaron a una rápida acumulación de activos en divisas y a una fuerte apreciación del nuevo dólar de Taiwán frente al dólar estadounidense, reduciendo la competitividad de Taiwán y los salarios aumentan bruscamente. Esto conlleva que muchas PYMES especializadas en mano de obra intensiva se trasladaron al sudeste asiático o a la China continental. En consecuencia, la economía de la isla dejaría de estar basada en este tipo de industrias, obligando a algunas industrias a mejorar sus estándares técnicos.



Al mismo tiempo, el Parque Industrial de Hsinchu atraería a población altamente cualificada para que volvieran a la isla. Este segmento profesional empleó sus conocimientos tecnológicos para desarrollar las industrias de la electrónica y la información, cambiando la estructura económica de la isla t construyendo el actual "escudo de silicio" que perdura hasta hoy en día.


En 1987, marcaría el inicio de los contactos civiles entre Taiwán y la China continental. Pekín anunció que los residentes de Taiwán podían visitar a sus familiares en China continental, incrementando los intercambios privados entre ambas partes.


En 1976 se fundaría Acer. Esta empresa ha sido pionera en la creación de un centro de formación. En sus inicios, esta compañía se centró en el comercio de microprocesadores y la promoción de sus aplicaciones. Esta multinacional tendría un éxito inmediato, en 1979 abrió su primera filial en EE.UU. y en 1986, fue la primera empresa tecnológica en vender un ordenador con una potencia de 32 bits, sorprendiendo a la propia IBM.


Asimismo, en 1987, se fundó TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company). Anteriormente, los diseñadores de chips fabricaban sus productos en casa. No obstante, TSMC reconfiguraría la industria de los semiconductores, dividiendo el mercado entre las empresas de diseño "sin fábrica" sin capacidad de fabricación interna, las fundiciones puras que sólo fabrican y los fabricantes de dispositivos integrados que hacen ambas cosas.


En 1989, nacería una pequeña empresa llamada Pegasus, hoy más conocida como Asus. Esta compañía se centró en la fabricación de placas base tanto para pc como para ordenadores portátiles, haciéndose un hueco entre los mejores fabricantes a nivel mundial, copando en sus inicios el 40% del mercado. A fecha de enero de 2021, Asus fue el quinto mayor vendedor de PCs del mundo por unidades vendidas.


Desde el primer momento, Taipéi nunca protegió con subvenciones o ayudas estatales a estas nacientes empresas tecnológicas. Este movimiento es uno de los motivos del éxito de estas compañías y cimentaría el sector tecnológico en esta isla.


En 1996, el sector empresarial taiwanés había invertido 6.000 millones de dólares en la República Popular de China. Estas inversiones apelarían el comercio a través del estrecho. Este comercio redujo la dependencia de Taiwán del mercado estadounidense.


Debido al escaso crecimiento de las exportaciones y a la ralentización de la inversión privada tras el colapso del mercado bursátil en 1990, el gobierno taiwanés diseñaría el Plan Sexenal (1991-1997). Esta estrategia se centró en la revitalización económica, en los sectores de transporte, telecomunicaciones, generación de energía y control de la contaminación. Cabría mencionar que, el “Estatuto para la modernización de las industrias”, promulgado en 1991, se centró en incentivar la inversión privada en investigación y desarrollo y, en los sectores de alta tecnología de la economía.


En 1992, la empresa ERSO transfirió las tecnologías de fabricación de DRAM y SRAM a UMC y TSMC, que establecerán sus propias líneas de producción. En 1995, la diferencia entre Taiwán y los líderes internacionales de la industria de circuitos integrados se había reducido a casi 1 año. Esta innovación impulsó una avalancha de inversiones en el sector, y a finales de 1995, 14 empresas habían anunciado sus planes de incorporarse a las filas de los fabricantes de semiconductores.


Al mismo tiempo, empresas con sede en Taiwán, por ejemplo, HTC ganaron fama mundial en los años 90 e inicios de los 2000, realizando trabajos por encargo para marcas como Apple, Dell y Toshiba. Indirectamente, esta producción impulsó a los taiwaneses a innovar por su cuenta. Cabría mencionar que, HTC ha desarrollado teléfonos inteligentes competitivos.


La economía de Taiwán sería una de las menos impactadas durante la crisis financiera asiática de 1997, gracias a una buena adopción durante el proceso de liberalización financiera. En un primer momento, se estabilizarán los precios de los productos básicos, se liberalizó el comercio y se levantaron las restricciones sobre los tipos de interés.


Durante la década de los 2000, Taipéi se enfrentó a una mayor competencia internacional marcada por el auge de los BRIC y otros países emergentes. Esto conlleva a la aceleración de la transformación y la modernización de sus industrias.


Por ende, el gobierno dio a conocer una nueva visión para perseguir un desarrollo económico basado en el conocimiento, sostenible y justo, que implicaba una inversión total en recursos humanos, innovación en I+D. Junto a ello, las industrias de los semiconductores, visualización de imágenes, biotecnología y los contenidos digitales.


Esta estrategia sería clave para que Taiwán lidiara con éxito el estallido de la burbuja de las puntocom, los atentados terroristas del 9/11, la epidemia del SARS en 2003 y la crisis financiera de 2008. Taipéi alcanzó una tasa media de crecimiento económico del 3,4% entre 2000 y 2009.


Desde 2008, el gobierno taiwanés se centró en la inversión pública, la remodelación industrial y la vinculación global, para fortalecer la economía. Cabría mencionar, el programa de los 12 proyectos de i-Taiwán. Este proyecto se centra en la promoción del desarrollo de agrupaciones industriales de alta tecnología, corredores de innovación industrial y ampliar la inversión en I+D.


Junto a ello, la promoción de 6 industrias emergentes: la biotecnología, la energía verde, la atención médica, industriales inteligentes en computación en la nube, los vehículos eléctricos inteligentes y la invención y comercialización de patentes. Esto va acompañado de una flexibilización de la regulación económica y financiera y, alinear los sistemas económicos y comerciales taiwaneses con el mundo.


La llegada de Tsai Ing-wen a la presidencia de Taiwán, durante su primera legislatura en 2016-2020; Tsai se centró en dinamizar la economía y crear empleo. Por ende, Tsai ha impulsado una reforma de las pensiones, una ley laboral y ha acelerado el abandono de la energía nuclear.


Tras las elecciones de 2020, Tsai Ing-wen ha sabido liderar una respuesta exitosa frente a la pandemia del SARS-CoV-2. Para ello, adoptó medidas tempranas y una comunicación clara y el uso de la tecnología desde el primer día. Esta eficaz respuesta ha hecho que, Taiwán se haya ganado la voluntad y simpatía de todo el mundo enviando suministro de mascarillas y conocimientos médicos. El alcalde de Praga, Zdenek Hrib, agradeció el suministro de información sobre la gestión del SARS-CoV-2.


En 2020, la economía de Taiwán creció un 3,36% y en 2021, se estima en un posible 6.09%. Para hacer frente al escenario, la presidenta Tsai en un discurso en mayo de 2020, señaló seis industrias estratégicas, desarrollar la defensa nacional de Taiwán, desarrollar tecnologías de energía renovable y forjar lazos a nivel internacional.


Pese a que cada vez menos estados reconocen formalmente a Taiwán, favoreciendo sus lazos diplomáticos y económicos con Pekín; la República de China ha sabido hacer frente a la adversidad. Durante la década de 1960-1990, Taipéi se ha convertido en todo una potencia económica y las buenas políticas han transformado esta isla en todo un líder tecnológico.


Taipéi ha sido elogiado por su rápida actuación y el limitado impacto económico, sobre todo, en su papel clave en la industria de los semiconductores, la pandemia del SARS-CoV-2. No obstante, Taiwán se enfrenta a la creciente sombra del gran gigante asiático y una mayor ambigüedad de EE.UU y otra potencia tecnológica como Corea del Sur podría ser clave al medio y largo plazo.


Bibliografía recomendada:

  1. Hsieh, D., 2019. Taiwan is the Next Hub for Tech Innovation. Entrepreneur. Disponible en: https://www.entrepreneur.com/article/341247

  2. Tenreiro, D., 2021. TSMC: The World’s Most Important Company | National Review. Nationalreview.com. Disponible en: https://www.nationalreview.com/2021/04/tsmc-the-worlds-most-important-company/

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