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Foto del escritorLaura Rodríguez

¿Un conflicto sin solución?

Actualizado: 5 nov 2023

El brutal e injustificado ataque del grupo terrorista Hamás a territorio israelí ha devuelto al tablero un conflicto antiguo y enquistado, el conflicto árabe-israelí o entre Israel-Palestina.



Entender este conflicto no es fácil debido a su complejidad, pero es clave para entender uno de los motivos que explica el ataque de Hamás y una dinámica que ha sido clave en Oriente Medio. En este conflicto no hay buenos ni malos. En este artículo, se intentará explicar los orígenes y la evolución de esta disyuntiva.


Para comprender este conflicto hay que remontarse al siglo XIX. Durante este siglo, el auge del nacionalismo y del antisemitismo en Europa, nacería la idea de la búsqueda y creación de un estado para el pueblo judío. Este movimiento se denominaría “sionismo”. El padre de este movimiento sería el austro húngaro, Teodor Herzl.


Herzl cubrió el proceso penal de Dreyfus en calidad de corresponsal del periódico.


Alfred Dreyfus, un capitán militar judío francés asimilado, fue arrestado en octubre de 1894. Para el final de ese año había sido enjuiciado, declarado culpable, juzgado por un tribunal militar. Debido a la ausencia de un debido proceso su caso fue reabierto en 1899. Dreyfus fue condenado a otros 10 años de cárcel, hasta su puesta en libertad en 1906. Este caso aceleraría las pretensiones de crear un estado judío.


Herzl creó la Organización Sionista Mundial en 1897, donde su primer congreso se celebró en la ciudad suiza, Basilea. Pese que hubo propuestas para establecer este “hogar nacional para el pueblo judío” en Argentina, Madagascar o Uganda, se decidió establecer este estado en la región de Palestina por motivos religiosos.


Asimismo, Herzl ayudó al establecimiento del Fondo Nacional Judío en 1901. Este fondo brindaba ayuda y alentaba la inmigración judía y el asentamiento en tierras en Palestina.


El territorio de Palestina estuvo dominado por diferentes imperios: el Romano, Bizantino, Otomano y Británico. En la década de 1880, este territorio estaba incluido en la llamada Gran Siria y estaba administrativamente dividido en dos velayatos. El norte dependiente de Beirut y el este dependiente de Siria y el sanjak (subprovincia) de Jerusalén.


Se estimó que el número de habitantes en la región de Palestina estaría en torno a 600.000 personas, la gran mayoría árabes musulmanes y otras minorías, incluyendo a judíos (25.000 aproximadamente; concentrados entorno a Jerusalén y otras 3 ciudades). Los habitantes de esta región(no era un estado) llevaban una vida pastoral debido al carácter agrícola de la economía.


A partir de 1880, la economía viviría un boom económico. Fruto de este crecimiento económico, los otomanos construyeron un Estado centralizado, imitando el modelo francés.


Durante esta década se produciría la primera aliyá, debido a los pogromos en Rusia entre 1881-1882. Es importante aclarar que la población árabe percibió el sionismo como otra oleada de colonizadores europeos más.


El poder otomano de la zona iría decreciendo y en 1904, se produjo la segunda aliyá, donde 400.000 judíos la mayoría laicos y de corte socialista llegarían al territorio de Palestina, sentando el concepto del kibutz.


Con el estallido de la I GM en 1914, esta región se vería envuelta en esta guerra. El Imperio Otomano se alió con las potencias centrales (Imperio Alemán y el Austrohúngaro). La situación de Reino Unido era complicada en la zona, los turcos seguían siendo una gran amenaza a los intereses británicos y franceses.


Por un lado, Londres se alió con la población árabe, plasmada en la correspondencia, Hussein-McMahon. Londres inició negociaciones con la familia de Hussein, en apoyo de la creación de una nación árabe.


Asimismo, Lawrence de Arabia sería una figura clave para Reino Unido para promover la Rebelión Árabe (1916-1918). Esta revuelta se produjo entre los actuales estados de Siria y Yemen, incluyendo en Palestina.


Por el otro lado, Reino Unido intentó ganar la simpatía del movimiento sionista. Un momento clave fue la declaración de Balfour en 1917. Londres apoyaba la creación de un estado hebreo en Palestina.


La labor diplomática entre los aliados durante la I Guerra Mundial daría lugar al acuerdo de Skyes-Picot en 1916. Francia y Reino Unido se repartieron los territorios, tras el desmembramiento del Imperio Otomano.



Francia accedió a controlar el sur de Anatolia, Siria y Líbano y Reino Unido se haría con Mesopotamia, la Transjordania y Palestina. Este acuerdo restringía las promesas árabes y contradecía con la Declaración Balfour.


Tras el tratado de Sevrès en 1920 y la disolución del imperio otomano en 1922, Palestina pasaría a manos británicas. Durante estas décadas, se estableció el sistema de mandatos. La diplomacia británica permitió que Palestina quedara desgajado de la Gran Siria y de la Transjordania.


En 1922, la Sociedad de Naciones otorgó a Londres el Mandato de Palestina. Además, Londres presentó un memorándum ante la Sociedad de Naciones, excluyendo el territorio de Transjordania del establecimiento de un hogar judío. La Transjordania se administró en dos entidades, al oeste del Jordán, Palestina y otro al este de este río, la Transjordania.



Mapa 2: división del mandato británico en Palestina. Fuente: https://www.globalsecurity.org/military/world/israel/maps-evolution.htm


Entre la década de 1920 y 1948, tras la calma entre 1922 y 1929, se producirían las primeras tensiones. Por un lado, la inmigración judía a Palestina no cesó, la compra y adquisición de tierras por parte del Fondo Nacional Judío producirían los primeros actos de violencia sectaria por ambos lados. Cabría mencionar, los disturbios palestinos de 1929 y la gran revuelta árabe de 1936 a 1939.


En paralelo la población judía fue desarrollando estructuras clave para el futuro Estado de Israel . Un ejemplo fue debido a la creciente inseguridad y tras los disturbios de Nabi Musa (abril de 1920- junio de 1920) y de Jaffa en 1921, nace la Haganah (defensa). Esta organización nace con vocación de ser el germen de un ejército y gana impulso.


Es importante aclarar que las misiones de la Haganah eran defensivas, pero parte de sus integrantes no compartían esa visión. En 1931, se formó el grupo terrorista Irgun o Etzel.


Las pugnas entre el sionismo y el gobierno británico por las cuotas de inmigración fueron constantes. Cabría mencionar que, en 1922, la población de Palestina era de 757.182 habitantes: 590.390 musulmanes, 83.694 judíos, 73.024 cristianos, entre otras minorías. No obstante, para evitar que las tensiones en Palestina fueran a más, en verano de 1937, se publicó la Comisión Peel.


Esta comisión proponía dividir el territorio entre dos estados independientes, uno para los árabes y otro para los judíos. Para evitar enfurecer a los estados árabes vecinos, un año después, se redactó el informe Woodhead. En este informe se partiría el territorio, uno judío en torno a 5.000km en torno a Tel Aviv. Ambas comunidades rechazaron ambos planes.


Antes de la II GM, en 1939, se publicó el libro Blanco de Mc.Donald, limitando la inmigración judía a 75.000 personas en cinco años y la creación de un solo estado para ambos pueblos en 10 años. Ambas comunidades lo rechazaron.


Durante la II GM, el enfrentamiento entre ambas comunidades se disipó. Durante estos años, Reino Unido limitó la entrada de nuevos inmigrantes judíos, por ejemplo, el rechazo a la entrada del buque Strum en 1942.


Con el fin de la guerra y el horror del Holocausto; la inmigración judía a Palestina se incrementa. En estos años, extremistas judíos atacaron a las autoridades británicas, el más significativo fue el atentado perpetrado por Irgún en el ala del Hotel Kingston David (Sede del Gobierno del Mandato) en 1946.


Debido a la fragilidad del Imperio Británico y para evitar más fracasos, en 1947, Londres remitió la cuestión de Palestina a la recién creada Organización de las Naciones Unidas (ONU).


La ONU constituyó el Comité Especial de las Naciones Unidas para Palestina, constituido por 11 estados, excluyendo a grandes potencias y los estados árabes. Se elaboró un plan de partición en tres zonas: una judía (55%), una árabe (45%) y Jerusalén bajo control internacional.



En 1947, la ONU adoptó la resolución 181, poniendo fin al mandato británico en 1948 y el establecimiento de dos estados. Esta resolución fue aceptada por los judíos, pero no por los árabes.


El 14 de mayo de 1948, el Primer Ministro israelí, Ben Gurión, proclamó el Estado de Israel. 24h después de esta declaración, Egipto, Siria, Jordania e Irak le declaran la guerra al nuevo estado hebreo.


Tras la declaración del Estado de Israel, se origina la primera guerra árabe israelí, contra los ejércitos de Egipto, Siria, Jordania e Irak, elementos libaneses y los propios palestinos. Israel ganó la guerra y se establecerán nuevas fronteras con la línea de armisticio de 1949, la Franja de Gaza pasaría bajo control egipcio y Cisjordania administrada por Jordania. Asimismo, 750.000 huirían de sus hogares hacia Jordania, Líbano, Siria y otros estados.



Este episodio es conocido como la “Nakba” (catástrofe). 160.000 árabes sí que se quedaron en el territorio. A su vez, entre 1948 y 1972, cerca de 800.000 judíos fueron expulsados en Oriente Medio.


La guerra del Sinaí de 1956 por el control del canal de Suez, la guerra de los 6 días de 1967. Israel ganaría ambas guerras y tras la guerra de los 6 días pasaría a controlar la península del Sinaí, la franja de Gaza, los Altos del Golán, Jerusalén Este y Cisjordania.



Tras esta guerra, los países árabes pierden interés en luchar por los palestinos y más preocupados en recuperar su propio territorio. Además, la ideología panarabista (secular y de corte socialista) perdería fuerza, y sería una de las causas del surgimiento de los movimientos islamistas en la región.


Antes de la guerra de los 6 días, se formó la Organización para Liberación de Palestina (OLP) es una organización formada en 1964 a partir de la unión de diferentes movimientos políticos que luchaban por los derechos del pueblo palestino. La OLP se fundó con el objetivo fundamental de recuperar los territorios sobre los que se fundó el Estado de Israel.


El contenido del Pacto Nacional de 1964 de la OLP y la carta de 1968 exigió la destrucción de Israel a través de la lucha armada, negó la legitimidad de cualquier presencia judía después de 1917.


Durante las décadas de 1960, 1970 y 1980, la Organización para la Liberación de Palestina se enfrentó a través de la lucha armada contra el ejército israelita. Tras la derrota en 1967, los palestinos recurrieron a la violencia. Cabría mencionar, el asesinato de 11 deportistas israelíes en las Olimpiadas de Múnich de 1972 o la Masacre de la Costa en 1978.


En la década de 1960, Fatah (un grupo político-militar fundado por Yasser Arafat) había llevado a cabo una serie de ataques guerrilleros contra Israel desde Jordania. Sin embargo, el crecimiento del grupo y las represalias de Israel contra Jordania llevaron a que el rey Hussein expulsara a los guerrilleros de su país, durante el llamado Septiembre Negro.


En 1969, la OLP designó como su presidente a Yasser Arafat, el líder de Fatah. Durante la década de 1970, los guerrilleros de Fatah se asentaron en Líbano. Desde allí continuaron su lucha contra Israel y la OLP se vio involucrada de manera directa en esta actividad guerrillera.


La relación entre la OLP y Beirut se complicó y la OLP se vio involucrada en la guerra civil libanesa (1975-1990). En 1982, Israel invadió el Líbano para destruir a la OLP y las fuerzas de la OLP se evacuaron a Siria y Túnez.


Al mismo tiempo, tras la guerra de los 6 días de 1967 y del Yom Kipur de 1973, se marcaría un punto de inflexión.


Tras 1982, en el Líbano, en marcado contraste, cientos de miles de palestinos son apátridas y más de la mitad viven en campos superpoblados. El derecho al trabajo está gravemente restringido y la pobreza masiva se ha convertido en la norma.


Por una parte, tras la guerra de los Seis Días, los países árabes están menos interesados en luchar por los palestinos y más preocupados en recuperar su propio territorio. Además, la ideología panarabista (secular y de corte socialista) perdería fuerza, y sería una de las causas del surgimiento de los movimientos islamistas en la región.


Por el lado israelí, controlar Jerusalén (ciudad sagrada para judíos, cristianos y musulmanes) ha tenido un tremendo impacto emocional. Dio a los israelíes la sensación de que sus conexiones históricas con la tierra de Israel están ahora bajo su control. En la década de 1980, se aprobó una ley que declara esa ciudad como capital eterna del pueblo judío.


Este movimiento no ha sido reconocido internacionalmente. Este rechazo se hizo realidad a través de la resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU, como tampoco la reivindicación Palestina por controlar la ciudad y que sea su capital.


Israel se movería hacia el centro derecha. Tanto Israel como los palestinos. Tras esta guerra, Israel empezaría a construir los asentamientos en Cisjordania, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán. El primer asentamiento fue el de Kfar Etzion, creado por el Partido Laborista israelí. Este asentamiento fue calificado de asentamiento paramilitar Nahal.


Con el paso del tiempo, estos asentamientos han ido creciendo y expandiéndose. Desde los Acuerdos de Oslo, los asentamientos israelíes no han dejado de expandirse. A finales de 1993, había unos 116.300 colonos israelíes en Cisjordania y la Franja de Gaza, según la Oficina Central de Estadística de Israel. Actualmente, hay 127 asentamientos (datos de 2021) donde viven más de 500.000 israelíes.


La comunidad internacional, incluyendo Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia, considera ilegales los asentamientos sobre la base de la Convención de Ginebra que prohíbe que una potencia ocupante traspase su población a un territorio ocupado. Asimismo, los asentamientos son un obstáculo importante para cualquier acuerdo futuro.


Después de 1973, Tel Aviv empezó a priorizar la negociación con los estados árabes, tradicionales aliados de Palestina. En 1979, Israel y Egipto firmaron los acuerdos de paz de Camp David. Egipto recuperó el Sinaí a cambio del reconocimiento de Israel. Una senda que transitó más tarde Jordania (1994) y, más recientemente con los Acuerdos de Abraham - Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos (2020).


Mapa 5: reconocimiento de Israel en el mundo árabe y musulmán. Fuente: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/reconocimiento-israel-mundo-arabe-musulman/


En el tratado con Egipto, Israel prometió la autonomía de los árabes que habitaban Gaza y Cisjordania. Autonomía significaba otorgarles el manejo de todas las áreas, menos la defensa y las relaciones exteriores. Durante la década de los 80, surgirían dos grupos terroristas islamistas, los principales enemigos de Israel: Hezbolá (1982) y Hamás (1989).


En 1987, la población palestina de la Franja de Gaza y Cisjordania se levantó en contra de las autoridades israelíes. Este levantamiento es conocido como “la primera Intifada”. La 1ª Intifada se trató de una manifestación espontánea en contra del gobierno debido a las duras condiciones de vida que se les imponía.


En un principio la OLP se mantuvo al margen, pero con el desarrollo de los eventos la OLP se involucró de manera directa. Este apoyo legitimó la figura y la actividad de Arafat. A la par, Hamás adoptaría una posición más radical e intransigente.


En noviembre de 1988, durante una reunión del Consejo Nacional Palestino en Argel, Arafat anunció el establecimiento del Estado Independiente de Palestina y aceptó las resoluciones 242 y 338 de las Naciones Unidas. Ambas resoluciones exigían la paz entre él Estado de Israel y los palestinos.


Tras esta decisión la OLP cambiaría su estrategia y abandonó el camino de destruir al Estado de Israel. Este movimiento permitió a Arafat conseguir apoyo internacional.


Durante la invasión de Irak a Kuwait, la OLP se puso del lado de Irak. Esta posición le trajo consecuencias, ya que, las Monarquías del Golfo, las principales benefactoras reducirían su aporte financiero a Palestina. Asimismo, la comunidad internacional cambió su actitud ante la OLP.


Para cambiar esta dinámica, la OLP comenzó negociaciones secretas con Israel. En 1991, se produjo la Conferencia de Paz para Oriente Medio de Madrid, de tres días de duración, supuso un avance histórico en la diplomacia árabe-israelí. Rompió el tabú que impedía que Estados árabes, palestinos e israelíes se reunieron en público. El resultado de estas negociaciones fueron los Acuerdos de Oslo de 1994.


Imagen 2: firma de los acuerdos de Oslo. Fuente: https://www.nytimes.com/2013/08/30/opinion/global/oslo-20-years-later.html


Bajo los Acuerdos de Oslo, se establecieron las siguientes condiciones:

  1. Se creó legalmente y con reconocimiento internacional la Autoridad Palestina como gobierno del nuevo Estado.

  2. El reconocimiento mutuo entre la Autoridad Palestina a Israel y viceversa.

  3. Otro de los acuerdos importantes pactados durante los Acuerdos de Oslo incluía tomar medidas de prevención contra actos de terrorismo y hostilidades entre ambos estados.

  4. Retirada o redespliegue de las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania y la Franja de Gaza.

  5. Transferencia inmediata de autoridad a los palestinos en materia de educación, sanidad, bienestar social, fiscalidad y turismo.

  6. Elecciones democráticas para los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza.

  7. Acuerdos de coordinación entre la OLP e Israel en materia de seguridad y desarrollo económico

  8. La garantía de resolver antes de mayo de 1999 el resto de temas, generalmente más controvertidos: Jerusalén, las fronteras, los refugiados y los asentamientos.

Tras la firma de estos acuerdos sólo un tercio de la opinión pública [palestina] sigue apoyando hoy en día, el acuerdo de Oslo, mientras que solía estar en el 70% en las semanas y meses posteriores a su firma


El 4 de mayo de 1994, un acuerdo celebrado en El Cairo dispuso la primera fase de retirada de las fuerzas de seguridad israelíes y su traspaso de autoridad a la recién creada Autoridad Palestina. En pocas semanas se completó la retirada de las ciudades de Gaza y Jericó.


Las negociaciones continuaron a pesar de los intentos de los nacionalistas religiosos de ambas partes de interrumpir el proceso establecido por el acuerdo de Oslo I. El 28 de septiembre de 1995, Rabin, Peres y Arafat firmaron los Acuerdos de Oslo II (formalmente Acuerdo Provisional Israelí-Palestino sobre Cisjordania y la Franja de Gaza), en los que se detalla la ampliación del autogobierno palestino a otros núcleos de población distintos de Gaza y Jericó.


  1. Tanto Israel como Palestina bajo el Acuerdo de Oslo II dividieron la Cisjordania ocupada por Israel en tres divisiones administrativas: Áreas A, B y C. A las distintas áreas se les asignó un estatus diferente, de acuerdo con su gobernanza en espera de un acuerdo de estatus final.

  2. Elecciones para un presidente y un consejo que gobiernen la AP, incluida la participación de los palestinos de Jerusalén en el proceso electoral.

  3. El redespliegue de las fuerzas de seguridad israelíes de las ciudades de Yenín, Nablús, Tulkarm, Qalqilyah, Ramala y Belén, así como de unos 440 pueblos, antes de que se celebraran las elecciones.

  4. Delimitación de Cisjordania y la Franja de Gaza en tres tipos de territorio durante el periodo provisional:

  • El Área A (18%) es administrada exclusivamente por la Autoridad Nacional Palestina.

  • El Área B (22%) es administrada tanto por la Autoridad Palestina como por Israel.

  • El Área C (72-74%), que contiene los asentamientos israelíes , es administrada por Israel . Parte del Área C estaba destinada a ser entregada a los palestinos a finales de 1999. Israel prometió redistribuir sus tropas de las Áreas A y B antes de las elecciones. Este estatus en torno a Cisjordania y Jerusalén han lastrado los intentos de paz, junto a más circunstancias.


Mapa 6: delimitación de Cisjordania en 3 áreas bajo los Acuerdos de Oslo II. Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/11/18/actualidad/1574105051_948135.html


Durante este periodo, la economía israelí comenzaría un boom económico y se convertiría en una potencia tecnológica y energética.


A partir de la década de 2010, se descubrieron los yacimientos de Tamar y Leviatán en la costa israelí. Estos yacimientos convertirían a Israel en todo un exportador energético. Cabría mencionar que, en 2019, Israel empezó a exportar gas natural a Egipto y Jordania. En 2021, el fondo de inversión emiratí, Mubadala, adquirió el 21% del yacimiento Tamar. Esta fue la mayor operación económica entre Emiratos Árabes Unidos e Israel.


En el caso de Palestina, en 1993, la comunidad internacional de donantes (naciones e instituciones) se reunió en Washington para movilizar apoyo para el proceso de paz y se comprometió a proporcionar aproximadamente 2.400 millones de dólares a los palestinos en el transcurso de los próximos cinco años. Cabría mencionar que, desde 1993, la Comisión Europea y los estados miembros de la UE han sido, con diferencia, el mayor contribuyente de ayuda a los palestinos.


No obstante, este dinero destinado a la construcción de infraestructuras y el desarrollo de una economía industrializada; no sirvió para mejorar la vida en Cisjordania. Eso se debe en parte a la mala gestión de la OLP y la corrupción interna.


Con estos acuerdos, los estados árabes empezaron a negociar con Israel. Pero, la organización terrorista Hamás se opondría, fraguando una mayor fractura dentro de Palestina.


No obstante, los extremistas de ambas partes intentaron frustrar cualquier paz. Hamás cometería atentados contra población israelí y extremistas israelíes perpetraron atentados, como la Masacre de Hebrón de 1994. Un año después, el Primer Ministro israelí, Isaac Rabin fue asesinado a manos de un extremista judío. Esto rompería cualquier atisbo de paz.


En 1996, Benjamin Netanyahu ganó las elecciones en Israel y aceleró la construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. En 1997, las fuerzas militares israelíes se redespliegan de la ciudad de Hebrón. En 2005, Israel entregó la ciudad de Jericó a la Autoridad Nacional Palestina. No obstante, en 1999, Ehud Barak sucesor de Netanyahu saca a las tropas del sur del Líbano y negoció con la Autoridad Nacional Palestina en 2000, sin éxito.


Un año después, en 2001, en la Cumbre de Taba, Israel ofreció términos para la paz, pero sin éxito debido a las discrepancias sobre Jerusalén y los refugiados palestinos.


El fracaso de los Acuerdos de Oslo, los asentamientos y la mala gestión económica de la OLP, desencadenaría la Segunda Intifada (2000-2005).


Imagen 3: Choques entre palestinos y soldados israelíes cerca de Ramala durante la segunda Intifada, octubre de 2000. Fuente: https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20210513/7452015/cronologia-setenta-anos-conflicto-arabe-israeli.html#foto-5


Durante este período, hubo intensos enfrentamientos entre palestinos e israelíes. Hamás y otros grupos militantes llevaron a cabo ataques militares y atentados suicidas contra objetivos civiles y militares israelíes. Mientras que, la OLP mantuvo un perfil más bajo.


En los años siguientes, murieron casi 5000 palestinos y más de 1100 israelíes. Aunque hubo un gran número de ataques palestinos contra israelíes, la forma más efectiva de violencia por parte de los palestinos fueron los atentados suicidas. El fracaso de la paz de Oslo y el papel activo de Hamás durante la Intifada haría que el mayor apoyo popular palestino hacia Hamás, aumentara en un 17%.


Tras la Masacre de Netanya en 2002, Israel ocupó de nuevo Cisjordania y empezaría en 2002, la construcción de un muro de separación entre Israel y Cisjordania. Este muro ha sido condenado internacionalmente.


No obstante, la diplomacia también estuvo presente. En 2003, durante la Cumbre en Sharm el Sheij, en la que la comunidad internacional trata de sacar adelante una iniciativa de paz conocida como "Hoja de Ruta", que conduciría a la creación de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza. Esta cumbre marcó la puesta de largo en la escena internacional del primer ministro palestino, Mahmud Abás.


En 2004, Yaser Arafat moriría debilitando la OLP a favor de Hamás. Al año siguiente, en 2005, el primer ministro israelí Ariel Sharon, el presidente palestino Mahmud Abás y el rey Abdala II de Jordania negocian un alto el fuego. Ademán, Sharon retira los asentamientos israelíes de la Franja de Gaza.


Al siguiente año, en 2006, Hamás capitaliza los errores de gestión de la OLP y el uso de la violencia. Hamás vence en las elecciones legislativas palestinas. Hamás obtuvo 76 escaños y Fatah sólo 43. Hamás asumió la administración de Gaza tras su victoria electoral y durante 2006-2007, se formó un gobierno de coalición entre Gaza entre Fatah y Hamás.


Desde 2006, Hamás empieza a lanzar cohetes desde la Franja de Gaza contra Israel y Tel Aviv bajo la Operación Lluvia de Verano llevó una serie de bombardeos. Durante estas tensiones, Hezbolá atacó el norte de Israel, desencadenando la Guerra del Líbano de 2006.


La división entre Hamás y Fatah iría en aumento, desencadenado una guerra civil. Hamás echó a Fatah de la Franja de Gaza y Fatah gobernaría Cisjordania. Esto dividiría económicamente y políticamente a Palestina en dos, hasta la fecha de hoy.


Desde 2007, la Franja de Gaza estaría bajo un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo por parte de Israel y Egipto. Israel ha lanzado cuatro grandes ataques militares contra Gaza -en 2008-2009, 2012, 2014 y 2021- para destruir la capacidad militar de Hamás.


Tanto Hamás y Fatah han intentado reconciliarse sin éxito en los acuerdos de 2007 en La Meca para formar un Gobierno de coalición, o los de 2011, 2014 y 2017. Esta división interna debilitaría la posición Palestina y en parte la solución de los dos estados. También, fruto de esta división no se han convocado elecciones presidenciales desde 2006.


Durante estas décadas, Israel seguiría adelantando en la construcción de los asentamientos y el número de colonos israelíes. A fecha de 2023, unos 475.000 israelíes residen en asentamientos en Cisjordania. Para muchos judíos nacionalistas religiosos, vivir en las tierras bíblicas de Judea y Samaria (nombre dado por los israelíes a Cisjordania) representa el cumplimiento de una promesa divina. Son numerosos los episodios de violencia entre israelíes y palestinos. Esto entorpece el desarrollo de la economía en Cisjordania.


Imagen 4: Una carretera se extiende entre el asentamiento judío de Givat Zeev (al fondo) y las aldeas palestinas cercanas a la ciudad de Ramala, Cisjordania. Fuente: https://www.npr.org/2023/10/27/1208694837/two-state-solution-israeli-palestinian-conflict


Entre 2000 y 2005, por ejemplo, los datos muestran que hubo una caída económica del 17 por ciento (del 58 por ciento al 41 por ciento) en la participación de las ventas de las empresas de Cisjordania fuera de sus áreas de negocios; debido a los puestos de control israelíes y la restricción de mercancías.


Las oportunidades de empleo dentro de los asentamientos son increíblemente limitadas. En promedio, el 60% de la población empleada en un asentamiento está empleada en Israel.


Los asentamientos también cambian la política de seguridad de Israel. Esto requiere un despliegue masivo de tropas para proteger a los civiles en un territorio cuya población mayoritaria les es hostil. Más de la mitad de las tropas activas de las FDI están estacionadas en Cisjordania, el 80% de las cuales defienden los asentamientos y garantizan su seguridad; tropas que se enfrentan a los colonos israelíes.


Israel recauda impuestos en nombre de la Autoridad Palestina y tiene la política de retener parte de los ingresos fiscales. Al mismo tiempo, con el paso del tiempo, las economías de Israel y Cisjordania se han estrechado.


Según la Oficina Central de Estadísticas Palestina (PBCS), unos 120.000 palestinos trabajan en Israel 20.000 de ellos en asentamientos israelíes, aunque solo la mitad tienen permisos oficiales de trabajo. Además, el principal socio comercial de la Autoridad Palestina es Israel, seguido de la Unión Europea. La situación de la Franja de Gaza es peor, quedando muy por detrás de Cisjordania.


Desde 2011 y la pugna regional entre Arabia Saudí e Irán, Israel iría acercándose a los actuales estados árabes, tradicionales aliados de Palestina. A la par, la causa palestina iría perdiendo importancia, frente a otras dinámicas y la solución de los dos estados también se ensombrecía frente a otras soluciones.


A finales de enero de 2020, Donald Trump, con el apoyo de Benjamín Netanyahu, realizó una propuesta para la creación de un Estado palestino con su capital fuera de la antigua ciudad de Jerusalén. También se les ofrecían determinados territorios en Cisjordania a cambio de reconocer señalados emplazamientos de colonos judíos. La respuesta del pueblo palestino ha sido la de un rechazo total. Este plan sería rechazado por los palestinos.


Mapa 7: propuesta de paz del ex-presidente estadounidense, Donald Trump. Fuente: https://www.ultimahora.com/plan-paz-trump-favorece-israel-y-limita-soberania-palestina-n2867253


Durante los últimos años, la causa palestina ha perdido peso en la política internacional. La guerra en Ucrania y su foco mediático, ha hecho que las dinámicas de la región y las tensiones entre los israelíes y palestinos, pasará a otro plano. Cabría mencionar que, los jóvenes de ambas partes sugieren que están mucho menos a favor de una solución de dos Estados que las generaciones anteriores.


Una encuesta de Gallup publicada la semana pasada realizada antes del ataque de Hamás contra Israel reveló que solo el 24% de los palestinos que viven en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este apoyan una solución de dos Estados. Esta cifra es inferior al 59% de 2012.


Una encuesta del Pew Research Center publicada en septiembre reveló que solo el 35% de los israelíes cree que "se puede encontrar una manera de que Israel y un Estado palestino independiente coexistan pacíficamente", lo que supone un descenso de 15 puntos porcentuales desde 2013.


Asimismo, Israel ha mejorado las relaciones con diferentes estados árabes como Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, entre otros en 2020. Bajo mediación de EE.UU., Omán, Catar y Arabia Saudí están acercando posturas con Israel. La normalización de las relaciones diplomáticas entre Riad y Tel Aviv cambiaría la dinámica regional.


Por un lado, dentro de Israel, tras la repetición electoral, Benjamin Netanyahu logró revalidar el cargo de primer ministro, poniendo en puestos clave a supremacistas judíos, como Itamar Ben Gvir o Bezalem Smotrich. La reforma judicial propuesta por Netanyahu ha llevado a que sectores de la sociedad civil y militares en Israel salgan a la calle a modo de protesta e impacte en la economía israelí.


En los meses previos al ataque sorpresa del sábado, los enfrentamientos habían aumentado entre las fuerzas israelíes y los palestinos, particularmente en Cisjordania y en menor medida en la Franja de Gaza. También, ha habido ataques terroristas en Israel. Incluido cuando un pistolero palestino mató a tiros a siete personas cerca de una sinagoga en enero de este año.


Debido al brutal ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás, este conflicto ha vuelto al tablero internacional y también podría poner en entredicho el milagro económico israelí. Se estima que el coste de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamas es de al menos 27.000 millones de NIS (6.800 millones de dólares) o el 1,5% del PIB.


Por una parte, podría poner en peligro o congelar los lazos entre Israel y los diferentes estados árabes. Un ejemplo de ello, ha sido el freno por parte saudí a normalizar los lazos con Israel.


Por otra parte, la respuesta en represalia al ataque perpetrado por Hamás con una posible intervención militar israelí dentro de territorio gazatí, podría escalar en un conflicto regional.


No obstante, con el paso del tiempo y este ataque, ha mostrado que la solución de los dos estados está en entredicho.


El gobierno palestino en Cisjordania es la cáscara vacía de un gobierno real y eficaz. La Autoridad Palestina se ha convertido en una democracia fallida con un líder débil e ineficaz que ha permanecido en el cargo durante demasiado tiempo. La evolución en esta región y de este conflicto está marcando las dinámicas en Oriente Medio y en el tablero de las superpotencias.



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